Desde la terapia psicológica no pretendemos solucionar los problemas de las personas que acuden, no trabajamos solucionando las dificultades, ya que eso no fomentaría el bienestar e independencia de la persona. Se trata de que las personas vayan aprendiendo a solucionar problemas por sí mismas.
A todos nos acompañan o surgen problemas en nuestro día a día, unos más pequeños y otros más grandes, unos que nos limitan nuestro día a día y otros con los que convivimos, situaciones que nos implican a nosotros mismos y otros en los que se ven afectados varios… Situaciones que necesitan ser resueltas aunque nos cueste hacerles frente.
Es necesario partir de la premisa de que cualquier dificultad o problema que tengamos es necesario resolverlo, aunque aparentemente creamos que no tiene ningún tipo de repercusión sobre nosotros. Ya que más tarde o temprano sufriremos las consecuencias, de una manera u otra.
En este post queremos centrarnos en los motivos por los cuales dotamos de habilidades a las personas que acuden a terapia, en lugar de solucionar directamente los problemas:
-
Al adquirir diversas habilidades para hacer frente a los problemas, permitimos solucionar cualquier dificultad que aparezca en un futuro.
-
Evitación problemas futuros.
-
Superación de nuestros objetivos.
-
Mejora toma de decisiones.
-
Nos permite ser más independientes, no necesitando ayuda para superarlos.
-
Mejora de nuestra autoestima y satisfacción personal.
-
Aumento de nuestro estado de ánimo.
-
Crecimiento personal.
-
Disminución de malestar, ansiedad, tristeza ,estrés…
-
Desaparición de problemas asociados como conflictos con las personas que nos rodean, aislamiento, ira…
Si ya sabemos que nos beneficia, ¿por qué no empezar a solucionar nuestros problemas? Y si nos sentimos incapaces, ¿por qué no aprendemos a hacerlo?
Deja un comentario