Cuando las emociones nos desbordan

emociones

 

En ocasiones, cuando las emociones nos desbordan, nos sentimos incapaces de controlarlas y saber reaccionar. Creemos que se apoderan de nosotros, llegando a rendirnos porque pensamos que no podemos hacer nada por ello.

 

Estamos equivocados, las emociones son universales todos sentimos todas las emociones, con una intensidad, duración y frecuencia. Pero, ¿qué nos diferencia a unos de otros?, ¿por qué parece que sólo nosotros sentimos una tristeza muy profunda o rabia incontrolada?, ¿los demás se frustran tanto como yo?

 

Lo que realmente nos distingue es el aprendizaje, las herramientas que poseemos o no para regular estas emociones y lo que hacemos con ellas, cómo actuamos.

¿Qué nos distingue de las personas que saben regular las emociones?

 

  • La educación recibida nos lleva a experimentar ciertas emociones y a poder controlarlas. En casos de una sobreprotección excesiva, no dejarnos experimentar rabia o frustración e incluso participando en la regulación de nuestras propias emociones, nos limitan a la hora de sentirlas y regularlas.

  • Las experiencias que vivimos a lo largo de nuestra vida nos llevan a evitar situaciones y relaciones en las que podemos llegar a sentir una intensidad emocional tan alta que nos desborda.

  • Si no me he enfrentado a determinadas emociones, es más probable que me inunden y me dificulten su regulación.

  • La exposición, cuantas más veces nos expongamos a esas emociones sin bloquearlas o evitarlas, su malestar disminuirá, empezando a regularlas.

  • El aprendizaje, no nacemos sabiendo regular nuestras emociones, pero podemos aprender; disminuyendo así su intensidad, duración y frecuencia.

 

 

Hay dos pautas muy importantes y necesarias a tener en cuenta para comenzar a regular las emociones desagradables:

 

  • Bajo ningún concepto evitar, bloquear o ignorar una emoción. De ser así será mucho más invasiva, limitante y perjudicial.

  • Dejarnos llevar, permitir que esa emoción “circule”, como si se tratase de una ola. Porque después de golpear la ola, nos deja disfrutar de la calma.

 

 

 

 

¡¡Las emociones son universales, necesarias, nos dan información, nos enseñan, aprendemos de ellas. Únicamente hay que saber encontrar su significado!!

Nerea Barrachina

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *