Cuando nos vamos aproximando a los últimos días del año, hacemos una pequeña recapitulación acerca de todos los hechos o acontecimientos que nos han ocurrido en ese año, si nos han hecho felices o si por el contrario han sido el detonante de nuestra insatisfacción o tristeza. Parece que el repaso del año se convierte en un momento de gran transcendencia ya que marca el inicio además de los nuevos propósitos del año que comienza.
Lanzo una pregunta en voz alta, ¿realmente somos justos en ese repaso?, ¿analizamos las situaciones o dificultades de manera objetiva? Aunque ya llevamos unos cuantos días del 2019, os animamos a que volváis a hacer un repaso justo del 2018 y que os ayude en este año.
Para ello os dejamos algunos pasos a seguir:
-
El tiempo y nuestra memoria nos suelen jugar una mala pasada. Parece que recordamos con más detalle los eventos negativos, de forma más tormentosa y con gran intensidad. Siendo los primeros que nos vienen a la memoria, dejando en un segundo plano o dando menos importancia a aquello bueno y positivo que nos ha sucedido. Para dar la vuelta a esta situación os proponemos que durante este año anotéis en una libreta las situaciones, celebraciones, problemas… que os vayan ocurriendo cada mes. Descubriréis que vivís muchas situaciones que os hacen felices, pero ¡cuidado! Pongamos un límite adecuado, no tienen porqué ser grandes eventos (como nuestro cumpleaños, un viaje o una boda), pueden ser pequeños detalles que nos hagan sonreír, disfrutar o estar tranquilos.
-
Ante los problemas, nuestra atención se centra únicamente en el hecho en sí y en nuestro inmenso dolor, rabia, decepción… , básicamente en todo lo que hemos sufrido, siendo incapaces de analizar más allá. Es verdad que aquello que nos ha ocurrido nos ha producido daño y nuestro sufrimiento es real, pero si nos dejamos llevar por él nos resultará mucho más complicado superarlo, pretendiendo, además, ser mucho más felices el nuevo año en compensación con el anterior. Os pedimos que dediquéis tiempo a descubrir qué habéis aprendido en esa situación, qué os ha hecho crecer e incluso el descubrimiento de aquello que no queréis vivir más o no estáis dispuestos a sufrir. Son elementos importantes, y también positivos.
-
Sobre todo os rogamos que la base de vuestros propósitos sea ser un poco más felices, un poco más positivos y querernos un poquito más. Para ello es aconsejable que os pautéis propósitos que puedan ser alcanzables, y en caso de no conseguirlo ¡no pasa nada!, ¡seguro que en el camino habréis conseguido otras muchas cosas!
Somos personas, y como tales nos equivocamos y fallamos, pero lo verdaderamente importante es que tenemos la capacidad y oportunidad de aprender.
Deja un comentario