Hay muchas personas en el mundo que buscan incesablemente la aprobación de los otros, caer siempre bien, que nadie se enfade con ellos, que siempre opinen bien de ellos y de sus acciones, etc.
Si tu padeces de una necesidad extrema de que los demás te aprueben, estarás pensando ahora mismo, “claro que, si como alguien no va a intentar todo eso”, bueno pues en este artículo veras como no tener la necesidad que los demás me quieran, me hace más feliz, y más libre.
Está claro que todos queremos ser aceptados, que piensen bien de nosotros que nos valoren, pero podríamos decir que hay dos tipos de búsqueda de aprobación, una positiva y otra negativa. Vamos a ver cuál es cada una.
Tipos de necesidad de aprobación.
Búsqueda de aprobación positiva.
Está claro que el ser humano necesita ser aceptado por los demás, ser marginado causa mucho malestar. No solo eso, sino que ser aceptado tiene ventajas, por ejemplo, si mi vecino me acepta, mi vida en ese edificio será más fácil o podre dejarle las llaves de mi casa si tengo algún problema, etc…
Es decir, esta búsqueda nos trae:
-
Ventajas sociales
-
Nos hace sentirnos bien con nosotros mismo y con los demás
-
Me ayuda a conseguir objetivos,
-
Me hace respetar a los demás y a mí mismo, pienso en mi bienestar, aumenta mi propia estima.
Búsqueda de aprobación negativa.
Esta es una búsqueda, basada en la ansiedad, en una NECESIDAD, es una forma de buscar la aprobación de manera extrema. Intentar que todo el mundo y en todo momento nos apruebe, es agotador, imposible y nos trae innumerables consecuencias negativas.
Las ventajas sociales que nos puedan traer, se pueden tener sin necesidad de aprobación, de intentar caer a todo el mundo bien, es decir vas a tener las mismas ventajas sociales solo que con un coste mayor.
1.-Nos hace sentirnos mal con nosotros mismos.
Cuando tenemos esa necesidad, siempre pensamos que si no nos aprueban es que algo malo tenemos, empezamos a pensar que no somos validos o suficiente. Esto nos hace encontrarnos mal en nuestra piel, pensando que deberíamos ser de otra manera.
2.-NO me ayuda a conseguir mis objetivos.
La necesidad de aprobación no me ayuda a que me quieran, todo lo contrario, en ocasiones conseguiré que me rechacen ya que mi comportamiento pasivo y servil puede causar no gustar a una parte.
3.-NO vivo por mí, vivo por los demás.
Dejo de pensar en lo que quiero, lo que me gusta lo que prefiero y pienso en lo que quieren los demás. Por lo que me olvido de mí, paso por encima de mí, no me respeto ni me valoro, todo por intentar algo imposible y que no conseguiremos de ninguna manera.
4.-Me pierdo el respeto.
Como hemos dicho antes, dejo de respetar mis derechos y necesidades para hacerlas menos importantes que las de los demás. Me olvido de mi
5.-Disminuye mi autoestima.
Todo lo dicho anteriormente influye en la forma en la que yo me veo, como me valoro.
6.-Sentimientos de culpa.
Si llega lo inevitable que es que alguien me rechace o simplemente me critique, pensare que es mi culpa, que yo he hecho algo mal, sin darme cuenta que es algo inevitable, volveré otra vez a pensar que es mi responsabilidad.
7.-Ansiedad constante.
Aunque consiga caer bien, siempre estaré nervioso y con miedo a que me rechacen lo que influirá otra vez en todo lo anterior, y viviré mis relaciones sociales con malestar.
8.-Miedo a actuar erróneamente.
Esa idea de que caigo a la gente por lo que yo hago, nos hace replantearnos si en realidad hago bien las cosas, darles vueltas constantemente a mi comportamiento y como los demás lo han percibido, si les habrá sentado mal, o incluso deje de hacer cosas por ese miedo a que a los demás les parezca mal.
9.-Si no soy correspondido, me afecta el doble.
Cuando tú te centras tanto en una persona que te pierdes a ti mismo, cuando esa persona no reacciona de la misma manera que tú, el sentimiento de frustración y de malestar es intenso, lo ves injusto, queda muy mala sensación. En realidad, la otra persona no hizo nada más que lo que quizás tu no hiciste, mirar por ella.
Como vemos la necesidad de aprobación, de que los demás nos quieran, no hace otra cosa que causarnos malestar, poniendo la causa en mí mismo, cuando en realidad, hay muchos más factores que influyen en caerle bien a alguien como por ejemplo las propias preferencias de cada uno.
Deja un comentario